Editorial Nº 122

Análisis y síntesis en el presente y hacia el futuro, para profundizar radicalmente la democracia aumentando la participación; para aportar a la concreción del gobierno nacional, popular y democrático desde este nuestro gobierno en construcción, subordinado a las presiones propias de una sociedad dividida en clases y sometida por la exacción imperialista". (Editorial Estudios 119)
El compromiso del Partido Comunista de Uruguay, desde su V Congreso Extraordinario, desde la clase obrera y hacia todo el pueblo, continúa siendo de debate, producción, reafirmación y avance. Es decir, estamos comprometidos crecientemente con el desarrollo de más y mejor partido para la disputa hegemónica. Para que los ejes del bloque democrático-radical se fortalezcan y desplieguen en tanto construcción de la fuerza social de la revolución. Lo vivimos en el PIT CNT y su sistema de alianzas en proceso al II Congreso del Pueblo y en el Frente Amplio en debate hacia su Congreso, para potenciar, desde el mismo, la fuerza política en el gobierno y para que cada día más éste sea del Frente Amplio, sus militantes y adherentes, y su programa.
En el 2008 se realizó la segunda parte del Congreso «Líber Seregni» del Frente Amplio, la concreción de la síntesis de debate popular en el II Congreso del Pueblo y la definición de seguir adelante por el «programa de soluciones». También el X Congreso del PIT CNT con avances programáticos y reafirmación unitaria. Por su parte, el Congreso «Zelmar Michelini» del Frente Amplio, profundizó el programa y definió el candidato del Frente Amplio, para las internas y la elección nacional. El candidato del Frente Amplio real y transformador: el organizado.

En medio de tales acontecimientos, como parte, como promotor y al mismo tiempo promovido por la histórica y popular necesidad, se encontró el Partido Comunista, en su XXVIII Congreso y el accionar diario, permanente, de miles de comunistas que constituyen la orgánica del PCU. Partido que debate y se esclarece, es esclarecido por el pueblo que le exige, y aporta en todo momento a la construcción popular. Partido unido y organizado pese a vaticinios y provocaciones divisionistas; que en medio de las dificultades ha podido orientarse siendo orientado, y orientar a su vez, basado en sus principios y la aplicación de su metodología en cada circunstancia.
El balance de la elaboración popular en el 2008 es altamente positivo, considerando la elaboración y organización que resultan síntesis de movilizaciones sociales y políticas. No lo decimos nosotros. Lo expresan, por la vía de la negación, los más connotados enemigos del pueblo, los anticomunistas de siempre, que una vez más alertan sobre los peligros del desarrollo del Partido de la clase obrera. ¡Que sí es peligroso... para ellos!
Todo lo mencionado se produce en medio de una crisis internacional que ahora nadie niega. La crisis existente desbarata los cantos de sirena que proponían el TLC y la incorporación al «mercado infinito»; golpea todas las economías del planeta, incluso la nuestra, y reafirma que el problema no es el «modelo» que adopta el capitalismo sino su esencia injusta, sólo superable por la construcción de la revolución social. Cada paso en la defensa y realización de los intereses del pueblo trabajador tratamos de darlo en la perspectiva de esa revolución democrática que proclamamos y edificamos a diario. Sólo así esos pasos van alejándonos del capitalismo, nos van aproximando a la democracia avanzada y al socialismo, única alternativa humanista a la rapacidad del sistema dominante.
Se reafirma la contradicción principal de la coyuntura entre país productivo con justicia social (para lograrlo y como consecuencia, profundización democrática) o más dependencia. La presencia de la crisis, que no admitimos frene los cambios ni que la paguen los trabajadores, ratifica la necesidad de medidas de emergencia socioeconómicas que hace dos años se veían como augurios y que hoy las organizaciones del pueblo asumen como bandera. Su concreción inmediata por este gobierno nuestro y por el también nuestro que debemos lograr nuevamente, son imprescindibles para el progresivo desplazamiento del poder, desde la clase y el sistema aún hoy dominantes hacia "los más", aquellos que producen toda riqueza e imperiosamente habrán de conquistar el poder como
necesidad de humana supervivencia.
Las fuerzas que se acumulan, las producciones teórico-organizacionales que se despliegan, la conformación de experiencia común hacia el poder popular, son parte y se desenvuelven en medio del proceso de avance en democracia hacia la democracia avanzada y el socialismo. Camino necesario y por ello posible, en la medida que se lo construye colectivamente.
¡Retroceso lamentable! -exclama la derecha, ante la maduración popular. Disfrazan sus preocupaciones con burlas cuando el pueblo reivindica un nuevo Estado productor y democratizador y no sólo reclama sino que impulsa, propone y concreta prácticas que lo prefiguran, extendiendo así el desarrollo de una nueva hegemonía. Bienvenido sea entonces que les pese a los militantes proimperialistas y sus títeres más o menos cooptados, más o menos conscientes.
La elaboración popular que se afianza en lo construido en estos años de gobierno izquierda y como único e ineluctable modo de no retroceder con alternancias políticas antipopulares, profundiza en la propuesta y la acción.
Son enormes las conquistas de este período. Las condiciones de vida han mejorado sensiblemente. Pero queda mucho por hacer. Por ahondar y también modificar hacia rumbos más populares que los que estamos desarrollando.
Se abre un año de campaña electoral. De gobierno también, de luchas sindicales también; también de contradicciones que se agudizan y es necesario actuar en todo el terreno con una sola visión estratégica y las expresiones tácticas que surjan del análisis concreto de la coyuntura a la luz de lo inmediatamente necesario y lo mediatamente imprescindible. El cambio en el cambio para profundizar los cambios, es ahora. Es perspectiva para el 2010, pero para que entonces se concrete, tiene que ser ahora.
Los comunistas, como frenteamplistas convencidos y uruguayos revolucionarios, haremos campaña. La haremos con firmeza, unidos y unitarios, despreciando las acciones provocadoras y divisionistas que estarán cada día en el teatro.
Haremos compaña en medio de la lucha social y sindical, en medio de reivindicaciones, experiencia y conquistas que son también campaña electoral si somos capaces de incorporar en amplios sectores del pueblo un método de
análisis que devela la realidad y desmantela las patrañas.
Haremos campaña por el Frente Amplio. Por el balance correcto y entonces positivo del período. Por la perspectiva radical de la etapa. Por el Frente Amplio, su organización, su fortaleza como fuerza política y su programa. Por un programa de cambios indispensablemente más profundos. Otra cosa significa retroceder, y el precio de los retrocesos siempre lo pagan los mismos. Por una organización de base más sólida y capilarmente integrada en, desde y para los trabajadores y el pueblo.
Haremos campaña en la interna por el candidato del Frente Amplio, el electo en su Congreso, el que se compromete con el programa del Congreso. Y trabajaremos para atar con hilos de masas, conscientes, los únicos indestructibles, candidatura, organización y programa.
La marcha a junio y a octubre de 2009 es con la clase obrera y el pueblo y por ello contra el bloque dominante en sus expresiones políticas, en su discurso ideológico y en sus continuas agresiones a las condiciones de vida del pueblo.
Las tareas que abordamos alcanzan en compromiso y propuesta a la integración internacionalista de los pueblos trabajadores. Por ello incluye como ejemplo de dignidad antimperialista y latinoamericana el reconocimiento y saludo al cincuentenario de la revolución cubana. La solidaridad con los pueblos que luchan requiere de palabras y de acciones permanentes.
La solidaridad con los revolucionarios es también continuar, en este nuestro Uruguay, la marcha hacia la pública felicidad que sólo puede concretarse resolviendo la contradicción principal de la coyuntura en favor del pueblo, como aporte y camino al futuro humano necesariamente sin explotados ni explotadores.